Enfermedades


Acá estoy de vuelta, retomando de a poco el ritmo normal de vida, después de una semana en suspenso.

Cande estuvo resfriada y con tos y todo giró alrededor de ella la semana pasada:
- visita preventiva al pediatra, sin turno, con todo lo que eso implica;
- guerras mortales con Monstruo Come Mocos;
- nebulizaciones (inversión justificada), de toda la familia, para mostrarle, mediante prueba empírica que la máscara no muerde;
- cuatro noches durmiendo a los saltos y todos juntos en la cama grande (menos mal que es bien grande), para evitarnos los paseos entre habitaciones y los sustos por algún ataque de tos que pudiera ahogarla.

Y para complicar el panorama, están asomando los dientes de arriba y empujando los de abajo de los costados, agregando molestias a la situación.

Por suerte, el invierno fue bastante benigno con la salud familiar, sobre todo de la pequeña, y ya termina. El año que viene nos va a encontrar más grandes y fuertes. ¿Cómo pasaron el invierno? ¿Y sus hijos? ¿Corren al médico enseguida o aplican remedios caseros?