¿Y ahora qué?

El 2014 fue un año intenso, complicado, atravesado. Surcado de proyectos a nivel profesional y personal que se llevaron la mayor parte de nuestras energías. 

Además, Cande empezó en la escuela "de grandes", donde esperamos que termine su escolarización obligatoria y sea feliz. Y nos asustaba la transición del jardín maternal a una escuela gigante, en tamaño, cantidad de alumnos e historia. Y en lugar de 10 compañeritos, pasaba a tener 30. Por suerte, salió airosa del cambio y termino el ciclo lectivo amando a su escuela, con los patios diferentes, la seño que hizo magia para multiplicarse y atender a todos sus alumnitos y las clases de francés. Y cuenta los días que faltan para volver a reencontrarse con sus amigos, en la nueva sala y con la nueva maestra. Ya sala de 5. Parece mentira...

Y en el medio de estos temas, mientras tratábamos de encaminar y cerrar todos los temas pendientes, un test de embarazo nos marca las dos rayitas y nos enteramos que ahí íbamos de nuevo. A comprar pañales, a desempolvar la cuna, a airear la ropa de bebé y a ver si nos acordábamos como era eso de no dormir de noche.

El 2014 fue un año intenso, intrincado y atravesado por mi segundo embarazo. Hasta que el 26 de diciembre, después de una Navidad, muy tranquila, brindando con agua y sin excesos, llegó María Victoria. Muy parecida a la hermana, pesando 80 gramos más que ella, pero marcando enseguida las diferencias con su temperamento capricorniano. 

María Victoria. Chiquita, necesitada de nuestros mimos, buscando calor en los brazos de papá y mamá o del que quiera hacerle upa, llegaste a completar y a unir más nuestra familia. Tu hermana, que te quería desde la panza, te adora desde que te vio la primera vez. Se desvive por cuidarte y cuenta los días que faltan para que puedas sostener la cabeza o quedarte sentada, así puede ayudarte con más cosas. 

Tenés una familia grande, que te quiere mucho y que está creciendo. No sólo están mamá y papá y Cande, la hermana mayor. También tenés cuatro abuelos, cinco tíos y un primo. Más la madrina e infinidad de tías y tíos del corazón. Todos dispuestos a cuidarte y acompañarte mientras vas creciendo. 

Estamos a un mes de tu llegada y a nueve meses desde que apareció el positivo en el test y con papá dijimos ¿y ahora, qué? Ahora viene lo mejor. Doble de amor, doble de risas, doble de corridas, doble de disfrute, doble de aventuras y anécdotas. De eso se trata la vida. Bienvenida y a vivirla.