El 16 de marzo se suspendieron las clases. El 17 se mandó a casa a los factores de riesgo. El 20 al resto del país. Desde entonces estamos en casa, rediseñamos la dinámica y aprendimos a trabajar y convivir los 4 juntos, con las visitas de los abuelos para almorzar y nuestras visitas a su casa los fines de semana y las salidas para abastecer heladera y despensa.
Somos afortunados, dentro de todo esto. Nuestros trabajos, nuestra formación previa nos permiten seguir desde casa como si nada pasara. Somos conscientes de esta fortuna. Pero a pesar de eso, pasan cosas que deben resolverse.
Fueron días intensivos de uso de casa, donde la solución de los temas más cotidianos se presenta como desafío y se complejiza. Acá va un racconto de los puntos destacados por este lado del mundo, sin demasiado orden, más que el de la memoria:
- Trabajamos mucho, incluso más que en días normales, cambiando modos de hacer y de comunicarnos, tratando de cumplir con todos.
- Festejamos todos los cumples de abril en Zoom (y son 3 en 11 días, incluído el mío). Y mandamos regalo para el cumple de mayo, para acortar distancias. A cambio volvió bolsita de sorpresitas para las nenas.
- Nos quedamos sin servicio de internet el día de mi cumple, sin miras de solución.
- Cambiamos el proveedor de internet después de 5 años.
- Entró un murciélago en casa, por primera vez en 5 años, el día antes a la llegada del proveedor para instalar Internet.
- Llamamos a Todoplaga y le pagamos para que nos confirme que se había ido solo. Probablemente aterrado por mis gritos, pobre criaturita de Dios.
- Se nos inundó el lavadero, porque el lavarropas desagotó en una pileta tapada. Y partimos el palo del secador de piso tratando de mitigar la inundación.
- Tuvimos que internar a papá por neumonía.
- Se inundó uno de los patios de la casa de mamá. Llamamos a dos desagotadoras para resolver el problema y echamos a una.
- Tuvimos que escaparnos con mi papá del sanatorio, porque no le daban el alta.
- Nos quedamos sin agua en el edificio, dos veces en una semana.
- Solucionamos el tema de la WIFI en casa. Y agujereamos el techo de más en el proceso de solución.
- Cambiamos el proveedor de internet de la casa de mamá. E hicimos enojar al técnico que terminó de configurarla con el nombre de la red.
- Festejamos el día de los jardines por Zoom. Último de Vicky, último de la casa.
- Compramos una silla para complementar el living y la tuvimos que devolver porque la entregaron con una pata partida.
- Dimos vuelta el living de casa, para cambiar la perspectiva.
- Fuimos al médico, porque hay enfermedades más allá del COVID.
- Volvimos a estudiar.
- Tratamos de colaborar con los que el cultivo de su "talento" hacen la vida más llevadera: músicos, actores, humoristas, escritores, libreros, cocineros. Porque queremos que existan cuando todo esto termine.
¿Cómo la vivieron uds?