¿Cómo cambiar a una bebé?


Cambiar a Cande fue siempre complicado. Cuando era recién nacida, se enojaba mucho y era el único momento del día en el que lloraba desconsoladamente. Después, mientras fue creciendo, las cosas fueron más fáciles, porque se acostumbró a lo que ella consideraba "una verdadera tortura" (sobre todo la parte de volver a ponerse ropa encima).

Y con el correr de los meses y los cambios de estaciones descubrió que todo puede empeorar. Y que además de bodies, pueden ponerte encima sacos y camperas.
Ese es, más o menos, el análisis del tema desde el punto de vista de bebé.

Desde el punto de vista de los papis o de quien tenga a su cargo la tarea de cambiarla, les cuento que ahora que Cande aprendió a moverse y manejar sus manos con mayor precisión día a día, esa simple tarea se convirtió en todo un desafío.

Vamos con un ejemplo, para que me entiendan: se acomoda a la bebé, Cande en este caso, en el cambiador (que le queda corto), tratando de que no pegue la cabeza contra la bandeja de los elementos de limpieza y que no se caiga.

Luego viene la parte fácil: sacarle la ropa y el pañal. Y ese es el disparador para que comience el movimiento: piernas al aire, revoleo de brazos y similares para demostrar la alegría que le produce no tener tanto peso. Todo vale para tratar de impedir que un nuevo pañal vuelva a ponerse en su lugar.

Si conseguimos acomodarle un nuevo pañal, todo se complica aún más. Hay que vestir nuevamente a una bebé que se va a resistir con todas sus fuerzas para evitarlo, repitiéndose la secuencia siguiente: pasa la cabeza por el bodie, grita Cande tratando de evitarlo, entra una manga, sale una manga, entra una manga, se retuerce Cande y revolea por los aires la tapa de la cajita con forma de oveja, pelea por capturar el otro brazo, entra manga, sale manga, entra manga, sale manga, entra manga, vuela pato de goma para el otro lado, protesta Cande porque fue acostada para abrochar el bodie, entra el pantalón (después de pasar por los mismos problemas que nos dieron las mangas) y aplaude Cande porque fue parada para terminar de acomodarle la ropa.

Terminada la operación, quedará media hora más para ordenar y juntar, y que el cuarto en una situación similar a la inicial. Y otra media hora para reponerse de tanto movimiento.

¿Cómo les va a ustedes en estas lides? ¿Son tan inquietos sus chicos como Cande? ¿Hay trucos para mitigar el proceso?

2 comentarios:

  1. Juan en cuanto lo acuesto para abrochar o sacar el body empieza a girar, en cuanto le saco el pañal agarra cualquiera de sus pies y se lo lleva a la boca, lo cual hace imposible que le pueda poner el pañal limpio porque no quiere largar el pie...por ahora lo que encontré para distraerlo es darle alguna cosa de las que normalmente no le dejo agarrar, botella de oleo o algo de ese estilo para que se entretenga y me deje hacer todo lo más rápido posible...de esta forma hago todo más rápido.

    Besos Mónica

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  2. Como decís, la idea es velocidad, porque no te van a facilitar el trabajo. Cande pretende algo más prohibido que la botella de óleo. Se inclina por los artículos de electrónica, con botones y alto valor de recompra...

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