Las épocas en que dormíamos hasta cerca del mediodía para recuperarnos de las trasnochadas son historia.
Esta navidad, amanecimos a las siete y media de la mañana. Cande ya no tenía más sueño, porque dormía
Desayunamos en familia, con el abuelo madrugador, después de haber prendido el arbolito. Sí, prender el arbolito es lo primero que debe hacerse a la mañana. Y nos sentamos en el piso a abrir los regalos de Cande (muchos, de variadas formas y tamaños), con Cande organizándonos con su dedito inquisidor.
Todavía es ch
Ahora les comparto unas imágenes de la secuencia de apertura de paquetes y cómo se van sumando juguetes al juego, con una reflexión que podría haber sido hecha por nuestra Cande, a juzgar por sus expresiones:
Un CD de Playhouse Disney ("no entiendo por qué no sale en la tele y sólo se escucha"),
un DVD de B
bastante ropa ("puedo ensuciarme sin culpas"),
un tren de madera con piezas para armar y desarmar ("podría estar horas trabajando con estos vagones, poniendo y sacando"),
una tortuga con juegos de encastre y arrastre ("tengo que estudiarla con atención"),
un pelotero con forma de elefante inflable y con pelotas ("los papis tardaron mucho en inflarlo y 50 pelotas no son tantas").
¿Cómo pas