Otra Frecuencia

Esta entrada surgió recordando mis primeros días de mamá. Y charlando con Ceci, cuando nació su hija y Marisa, después que nació Bruno. Ahora va dedicada a Flor e Inés (mi cuña, que está por hacerme tía).

¿Por qué nadie te cuenta que el mundo tal cómo lo conociste va a funcionar mil veces más rápido que vos y tus necesidades cuando te vayas a tu casa con tu hij@ recién nacido?

Los ruidos de la calle, los autos, la gente caminando rápido para llegar a sus compromisos, todo es más rápido, más intenso, más atemorizante que cuando entraste al sanatorio un par de días antes. Y para agregarle miedo, sos responsable de una personita que cuenta con vos y confía en vos para todo.

Salir del sanatorio con tu bebé en brazos, ser arrojada a la ciudad con su tránsito alocado, la gente metida en sus problemas y acelerada supone un shock para el que ningún curso de preparto ni lectura previa te prepara.

Funcionás en otra frecuencia, tenés otro ritmo y otras necesidades. Y tenés que aprender a entender las necesidades de tu bebé y cómo te las pide. Tienen que conocerse y para eso necesitan que les resuelvan todos los otros problemas de la vida cotidiana y no los expongan al ritmo del afuera...

Las visitas al obstetra y al pediatra, hasta que te dan el alta y tu bebé empieza a recuperar peso, son el equivalente en tu cabeza, a una expedición para escalar el Aconcagua, por los preparativos previos y la adrenalina que te genera.

Nadie te lo cuenta, nadie te prepara para ese momento. Y es complicado que te entiendan...

Yo tuve suerte, Cande no nació en la ciudad donde tenía mi casa, entonces paraba en la casa de mi mamá, que se ocupaba de las cuestiones domésticas... Y yo sólo tenía que recuperarme y tratar de conocer a Cande y cómo pedía mi atención. No suele ser así, por eso escribo este post.

Si tu esposa, pareja o hija está pasando por esta etapa, dale contención y toda la ayuda posible... No siempre sabe pedirlo, porque todavía no sabe dónde está parada...











1 comentario:

  1. Tal cual Bea ! Las mamás recién paridas quedamos en modo bebé y hasta la más audaz empieza a ser más cautelosa ! ( experiencia personal) cuando te traes al bebé en el auto lo cuidás como si fuera de nitroglicerina y ante cualquier movimiento extraño fuera a explotar y autodesintegrase....
    Hoy ya con dos cortos pero increibles ! años de mami, creo que son un diamante que nos dá la vida para que aprendamos a cuidar..lo que somos lo que tenemos , la vida misma .
    Gracias Bea , me encanta tu blog ! Escribís bárbaro ! Seguí así Un abrazo, Marisa

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