Duerme ... Pero...

Cande duerme. No debe haber nada en el mundo más relajante que ver a un chico dormir.  En brazos, en su cama, en nuestra cama. Tranquila, confiada, absolutamente entregada al sueño. Duerme estirada, cómoda, ocupando todo el espacio disponible desde que se dio cuenta que había salido de la panza: desde el lugar limitadísimo del coche paragüitas (en su momento) al metro sesenta por dos metros de la "cama grande".

No le gusta quedarse dormida, pero "cae rendida" y duerme. Desde noviembre duerme en "su cama grande", en su dormitorio. Desaparecieron los rastros que quedaban de la cuna y tiene cama y mesita de luz. Pero... 

A la madrugada, siempre alrededor de las 4 de la mañana se despierta y empiezan los diálogos surrealistas y/o cortazarianos para convencernos de que seguir durmiendo en su cama sola no es la opción correcta:

Pueden ser excusas disparatadas, pero están perfectamente fundamentadas para conseguir su objetivo. Por ejemplo:
Situación 1:
- En mi cama hay un pis, así que voy a tener que dormir acá.

Situación 2:
- ¡AAAAAAAHHHH!!! Me dan mucho miedo los osos blancos. - corriendo entra a nuestro dormitorio
- ¿Qué osos blancos, Cande?
- Los que se están peleando con los osos negros - ya subiendo a la cama y metiéndose entre las sábanas

Situación 3:
- Vine porque tuve un sueño feo - parada al pie de la cama
- ¿Qué soñaste, Cande?
- Que me despertaba y ustedes dormían en su cama y yo en la mía.

Situación 4:
- En mi cuarto hay dos arañitas que me están mirando y así no puedo seguir durmiendo. ¿Cómo voy a dormir con las arañitas?

Situación 5 (al día siguiente de la situación anterior):
- Ya se fue una arañita, pero queda una, así que voy a tener que dormir con ustedes.

Situación 6:
- Los muebles están muy lejos de la cama y eso me da miedo y me pone nerviosa. Así no puede dormir una nena chiquita.

Situación 7:
- Los peluches tienen ojos grandes que me miran y me dan miedo. No me puedo dormir con los peluches mirándome con los ojos grandes.

La mayoría de las situaciones terminan con Cande cumpliendo su objetivo, es decir, instalándose por lo que queda de la noche entre papá y mamá, sin arañitas, ni osos, ni peluches con ojos grandes. Sé que deberíamos devolverla a su cama, pero entiendan que a esa hora, lo único que pretendemos es dormir rápido las 3 horas que faltan para que suene el despertador.
¿Tienen o tuvieron el mismo problema? ¿Cómo lo resuelven? ¿Hay alguna solución 100% efectiva?


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