Empezando a comer o la vida color naranja...


No estoy empezando por el principio, sino por lo que me toca vivir en estos días. Mi hija, querida Cande, está empezando a comer sólidos, de a poco, preparándose para la vida después de la teta.

"Empiecen con calabaza o zanahoria pisada (bien sabrosa) y banana o manzana pisada", dijo el pediatra.

A modo de prólogo, hicimos una sesión de shoping. Y otra vez nos vimos sorprendidos por la cantidad de modelos, colores, precios y funcionalidades para cosas tan simples como plato, vaso, cuchara y silla. Les cuento un poco más acerca de la silla de comer que elegimos: tiene doble bandeja, varias alturas, asiento reclinable y ruedas, accesorios absolutamente imprescindibles, según la vendedora, que también acotó que la íbamos a encontrar tan útil que no íbamos a poder salir de casa sin ella. Lo único que espero es que sea tan durable que la puedan usar hermanos y primos, porque no nos veo paseando en silla.

Una vez finalizadas las compras, me tocó cocinar. La primer comida fue puré de calabaza y fue más afuera que adentro, generándome una incógnita: ¿por qué el tapizado de la silla tan útil es celeste y no naranja, de forma tal que permita el camuflaje con el paisaje? El tiempo que llevó limpiar todo y volver la casa a su normalidad fue más que el tiempo que estuvimos con mi esposo tratando que algo de todo eso entre y se quede en Cande.

Todo es cuestión de paciencia... Las siguientes comidas fueron más éxitosas y cada vez más lo de adentro es más que lo que queda afuera.

La banana es de sus comidas preferidas y ahora agregamos compota de pera, ciruelas, yogur, cereales, puré de batata y carne picada con mucho éxito. Pero con la zanahoria no hay caso. Hasta ahora intenté darsela pisada con tenedor, procesada con minipimer, y el último grito de la moda entre bebés gourmet, según receta de Narda Lepes: hervida y pisada mezclada con pera. Tendrían que haber visto la carita de mi Cande después de haberle hecho probar esta super receta: una mezcla de expresiones entre: "qué asco, otra vez zanahoria" con "a quién se le ocurre arruinar una pera" y "esto no es ni comida ni postre". Dejaremos el ingrediente en suspenso y veremos más adelante.

Es más importante, ahora que sabemos qué le gusta y qué no, tratar de que mi hija entienda, a pesar del hambre, cómo es el procedimiento de recarga de la cuchara, minimizando la desesperación y sus iniciativas de arrebatarme el plato, para comer directamente de ahí.

¿Cómo les fue con la primera comida de su bebé? ¿Prefieren dulce o salado? Los que no son padres, ¿vivieron alguna experiencia dándole de comer a un bebé mientras aprende a hacerlo?

4 comentarios:

  1. Piito prefería más lo salado, y era tal la lucha para que no agarre la cuchara que opté por darle una cuchara a él y con la otra aprovechar y darle yo y así comía bastante. Claro está que como no trabajaba tenía todo el tiempo del mundo, entonces la comida era seguida del baño y la siesta en donde yo aprovechaba para limpiar.
    A Juan le gustan las cosas dulces, así que para lo salado una lucha, pero descubrí que le gusta compartir la mesa, asumo que por las monadas de Piito a la hora de cenar, con lo cual entre risa y risa prueba bocado, todavía no lo dejé agarrar la cuchara, así que se desespera y sacude la silla pidiendo más.
    Por suerte la sillita la heredé en Chipre, una de las tantas cosas que había en el depto que alquilamos, así que Piito usó esa, esta muy buena, tan buena que cuando volvimos la embale y la está usando Juan. Así que si la de Uds es una nave seguro que tiene para rato.
    Besos! Mónica

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  2. La banana es la comida preferida de Uhma... puede estar llena pero nunca desprecia su fruta preferida...
    Para comer... casi llegando a sus dos añitos aun no logro que no coma con la mano... estamos en la lucha diaria.... besos a todas y felicitaciones a Maria por darnos este espacio para compartir lo mas hermoso que estamos viviendo... nuestros hijos!!!
    un beso
    Carla

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  3. Coincidimos con la banana, y con la lucha por la cuchara. Probé darle otra cuchara, sin éxito, porque quiere la que tengo yo.
    Gracias, Carla por el aliento. Se aceptan sugerencias para nuevos temas...

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  4. Agus tiene 9 meses y todavía no come demasiado. La banana y el yogurt son mis caballitos de batalla en defensa de mi queridas tetas, que si seguimos así, pronto las voy a tener que llamar chancletas... Toquemos madera que hace ya un par de días, y esto es literal, hace solo 2 días, decidió abrirme la boca para a comer comida: pollo, carne o pescado mezclado con verduras, todo cocido al vapor y procesado. De golpe y porrazo come como los Dioses pero los retorcijones que tiene por la noche se los regalo. Hace dos noches que no duermo y obviamente el único santo remedio para calmar el dolor son mis queridas mellis (las tetas). Como verán todo es un círculo vicioso.
    Besos,
    Mar

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