"La princesa malgeniuda" o A dormir la siesta


Había una vez una princesa, muy buena y muy hermosa que se llamaba María Candelaria. Esta pequeña princesa vivía con mamá y su papá y crecía rodeada del cariño de sus abuelos y tíos de sangre y del corazón.

Su mayor placer era jugar a descubrir el mundo junto con ellos: un papel, una botella de plástico, un perro salchicha y un control remoto eran sus juguetes favoritos.

Aunque también tenía otros: peluches, pelotas, muñecas y torres de barriles. Todo era diversión hasta que venía de visita un personaje al que ella consideraba el malvado del cuento: el Implacable Sueño.

Por supuesto, este visitante llegaba sin aviso y en los momentos más inoportunos, transformando a la dulce princesita en una pequeña tirana que alteraba el ritmo del reino con su berrinche. Y sus papis trataban por todos los medios de consolarla y explicarle que el Sueño no era un archi villano, sino un amigo, que venía a ayudarla a seguir creciendo linda y fuerte, pero nada daba resultado, y ella seguía su batalla, ajena a los consejos y los consuelos.

Finalmente, después de largos minutos (a veces horas) de pelea, caía derrotada en los brazos de Implacable Sueño, para despertar, finalizada la siesta, con fuerzas renovadas para volver a jugar y a aprender.

Por supuesto, ella, pequeña princesa de seis meses, no entiende que los nuevos poderes que tiene cada vez que se despierta se los da Sueño y sigue empecinada en su solitaria lucha. ¿Lo entenderá algún día? ¿Podrán sus papis convencerla?

¿Cómo les va a ustedes con este tema? ¿Les cuesta que sus chicos duerman la siesta? ¿Viven batallas similares?

4 comentarios:

  1. A Juan lo acuesto, gira la cabeza a la derecha a la izquierda, cierra los ojos y listo!!!! El sueño de toda madre...
    Pero siempre existe la otra cara de la moneda "Piito" cuyo razonamiento es el siguiente "mientras las nubes estén celestes no se puede dormir, sólo se va a la cama si las nubes están negras", eso si ir a la cama no implica dormir, sino empezar a coleccionar juguetes para que lo acompañen, recordar que quería leche, agua, ir al baño o simplemente buscar "algo" en el cajón de los juguetes!!! luego de rezar, charlar, convencer y demás, cae rendido hasta el otro día en donde se y nos despierta con un "las nubes ya están celestes!!!", razón por la cual optamos por cerrar las persianas los fines de semana y así dormir un ratito más.
    Mónica

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  2. Qué bueno lo de Juan!!! Cande cuando se duerme, es un ángel. Da sueño y envidia verla dormir, pero hasta que se duerme, es tanta la chinche que llegamos a pensar que nos va a derretir el cerebro con los gritos... Los fines de semana todavía no tenemos ese problema que tenés con Piito, pero creo que es cuestión de tiempo

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  3. esto comentario que hago a continuacion, no es muy objetivo, por razones obvias,pero luego de leer todo lo que escribiste, tengo la segurida de que sos una excelente mama, asi como fuiste una muy buena hija, nieta y sobrina.
    Tio neuquino

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  4. Bea lindo el blog, y la Cande hermosaaaaaaaaaaaaaaaa, ¿de qué te quejás????????? Mirá cómo duerme, es una santa esta niña. Mi experiencia...hummmmmmmmmm, mejor no, e unos años te la cuento, jajajajja. Un abrazote grande para Cande y sus papis.Grace.

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