Caminando por la vida



Y finalmente ocurrió.

Fueron muchos días de practicar y practicar, llevándonos de la mano por toda la casa: del living donde trabaja mamá al estudio de papá y otra vez de vuelta al living.

Muchos días de esfuerzo en tratar de mantener el equilibrio para sostenerse parada, sin tener que agarrarse de los muebles.

Tardes completas paseando, estirándose con mucho trabajo, para pasar del sillón a la silla y de la silla al mueble del tele, tratando de no caerse.

Un par de semanas haciendo el ejercicio que le mostró mami: unos pasitos solita, solita, hasta refugiarse en los brazos de mamá, sólo de mamá.

Y ahora, desde el jueves pasado todo eso es parte de la historia, porque nuestra Cande camina solita. No necesita muebles, ni manos, ni ejercicios de práctica y está fascinada con su bien ganada autonomía.

Papis y abuelos: a cerrar las puertas, no dejar nada al alcance y prepararse para correr atrás, porque ella no está dispuesta a quedarse quieta.

Ahora está investigando cómo es esto de correr, sobre todo, atrás del pobre Taru, porque caminar está resultando demasiado fácil.

¡Felicitaciones querida hija por este logro! Ya sos toda una nena, ansiosa por nuevos desafíos y cosas para aprender. ¡Te queremos mucho!

3 comentarios:

  1. Qué lindo Bea...etapas que se van quemando...disfrutala mucho pasa tan rápido el tiempo...jajajaja parezco una vieja nostalgiosa o lo seré????????? Bravo por seguir tan de cerca el crecimiento de Cande...vaya un abrazo enorme-Grace

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  2. Gracias, Grace! Tratamos de disfrutarla mucho, porque es verdad que el tiempo vuela. Parece mentira que ya tenga un año y casi 3 meses. Besos y te esperamos de vuelta por acá...

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  3. Siiiiiiiiiii regresaremos con más tiempo...Rosario es hermosooooooooo...en un par de meses por ahí caeremos para recorrer tantos lugares lindos que no conozco...Besos

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