Al agua pato!


Para el post de hoy tenemos una cronista especial:

"Desde que me acostumbré al agua y dejó de enojarme eso que hacen varias veces por día de ponerme y sacarme ropa y pañales, disfruto muchísimo el ritual diario del baño. Aprendí el horario bastante pronto, antes de los dos meses de vida. Tiene que ser después de la merienda de los papis y antes de "La casa de Mickey Mouse". Y si por algún motivo, los papis se olvidan, yo me ocupo de hacerlos acordar, a los gritos. De otra forma no entienden.

Al principio me gustaba que me respeten las rutinas, pero ahora además juego mucho, porque ya me siento solita en la bañera. Y por eso los papis me prestaron un patito de ellos y me regalaron un pingüino para el agua.

Si estamos en casa, todo empieza cuando papá me acuesta en el cambiador, sobre la cama de los papis, para hacerme saltar, mientras me saca la ropa. Mientras tanto, mami prepara el agua y llena la bañera. Después, por fin, me llevan al agua, donde me divierto chapoteando con Pingüi y Pato, tratando de evitar los ataques de mamá con champú, jabón y esponja. Incluso tengo que sacarle la esponja y morderla (a la esponja, a mami, no), para que pare y me deje jugar tranquila.

Como todo lo bueno, el baño termina demasiado pronto y empieza la tortura con la toalla, los pañales y la ropa. Para pasar el mal rato, me abrazo a Pato y lo llevo conmigo. Pero eso es para otra historia...

A veces, porque los papis se desordenan con los horarios, me toca bañarme en la casa de la abuela y ahí ni siquiera necesito chiches, porque en lugar de la bañera, usamos una piletita inflable, regalo de los tíos Ini y Charly, que es mucho, pero mucho más divertida. ¿Les cuento por qué?

Porque es bien flexible, entonces el agua salta, haciendo olas con sólo agitar mis piernas. Tardé un poco en darme cuenta cómo hacerlo, pero ahora que ya aprendí, lo practico siempre, chapoteando y salpicando para todos lados. Tanto que mami, la abuela y los tíos tardan un rato largo en secar todo el piso y la mesa, para dejar la cocina otra vez en orden. Y Taru, el perrito de la casa, se esconde, porque parece que no le gusta nada el agua. Yo no lo entiendo.

¿A ustedes les gusta el momento del baño? ¿Lo comparten con alguien? ¿Las otras mamis tienen algún ritual que respetar cuando bañan a sus bebés?"

1 comentario:

  1. Esta semana que estuve sola el ritual del baño se complica, trato de bañarlos luego de cenar, ahora que estamos cenando temprano, asi ya no les doy tiempo para que vuelvan a ensuciarse, Juan gatea por todos lados y obviamente Piito va a la par.
    Esta semana fue particular, Pio padre no estaba así que tuve que idear como bañarlos, ya que Juan en bañerita y Piito en bañera se me complicaba, ya que el chico se colgaba de cabeza para poder ver lo interesante de la bañera y el otro se quería parar todo mojado en el borde de la bañera para ver que hacía el pequeño....solución los dos en bañera grande, fue muy divertido para ellos uno saltaba, el otro reía y quería imitarlo por lo cual se me resbalo dos veces...y surgía del agua muerto de risa..yo en cambio termine con los brazos dormidos de hacer fuerza para sostener al pequeño y con el otro tratar de alejar al grande que quería mostrarle como podía saltar "de bomba" por encima...suerte que ya vuelve Pio padre!!!

    Besos Mónica

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